Volante de Sarmiento
Crédito: Periódico Impacto |
Después de mucho tiempo Sarmiento volvió a jugar en Primera,
y también lo hizo en Reserva. Con varios jugadores de inferiores, poco acostumbrados
al rodaje en una categoría demandante, el Verde hizo lo que pudo terminando en
el puesto 25 y aprovechando más que nada para que sus chicos vayan ganando
rodaje y ritmo de competencia. El jugador que más jugó a lo largo del año en
esta división estuvo en mitad de cancha, y fue Fermín Antonini.
Este joven volante de solo 18 años arrancó el año siendo
titular y lo terminó de la misma manera, totalizando 22 presencias en los 24
partidos que disputó el elenco de Junín. Antonini, oriundo de General Villegas,
nació el 2 de julio de 1997, y el pasado año arranco en 19 partidos desde el
arranque, ingresó en otros tres desde el banco y convirtió un gol, para cerrar
la temporada dialogando con División Reserva sobre su presente y su futuro.
“Empecé a jugar al fútbol a los 6 años en el club Eclipse Villegas”,
recordó sobre lo que fueron sus inicios en el deporte más popular de todos,
permaneciendo en la humilde institución de sus pagos durante varios años. “Llegué
a Sarmiento en 2014, por medio de una prueba que había en Junín, y por suerte
quedó”, contó luego sobre el siguiente pasó de importancia en su incipiente
carrera, diez años después de sus comienzos.
A la hora de hablar de cómo es el dentro de la cancha,
Fermín no dudó y realizó una breve descripción de su persona: “Juego de doble cinco,
pero también puedo hacerlo como volante por derecha”. Ambos puestos fueron
cubiertos por él en la última temporada del equipo que primero dirigió Nilo
Carretero y luego pasó al mando de Adalberto Bonópera. “Me gusta mirar el
fútbol europeo pero soy fanático del fútbol argentino”, contó en torno a su
aprendizaje.
“El balance de la temporada es positivo porque tanto mis
compañeros como yo arrancamos una etapa nueva de crecimiento en una categoría
difícil como lo es la Reserva”, valoró con lucidez sobre un año de aprendizaje
en el mantuvieron los pies sobre la tierra. “Tuvimos un roce importante que nos
sirve a todos para poder crecer tanto individual como colectivamente”, cerró su
reflexión de lo que le dejó el 2015.
Pensándolo ya desde el prisma de lo personal, y valorando la
campaña realizada desde el punto de vista de lo que le dejó él, tampoco dudó en
valorar los aspectos positivos. “Haber jugado en Reserva me sirvió mucho para
crecer y también para aprender varias cosas que te lo da la misma categoría”,
ponderó al respecto, aunque de inmediato apuntó a continuar así: “Hay que
seguir trabajando para estar a la altura de los grandes equipos”.
“Del fútbol a futuro esperó como todo jugador poder estar en
el plantel profesional, y mantenerme ahí”, apuntó mirando hacia ese futuro
posible con trabajo y sacrificio. Para ello, sin embargo, sabe bien que no debe
dejarse estar y que la clave está en la constancia y el trabajo duro. “Tengo
que dar lo mejor y trabajar día a día para poder lograrlo. Todo llega”, agregó
en referencia a esa ilusión.
“El fútbol argentino es muy competitivo y parejo, es muy
lindo porque todos los equipos tienen posibilidad de luchar hasta el final, y
más contra los grandes que por ahí tienen un plus más”, opinó en el cierre
sobre el nivel del torneo local, para finalizar eligiendo a sus preferidos en
el puesto en el que le toca desempeñarse. “Me gustan mucho Éver Banega y Matías
Kranevitter”, afirmó con la mira bien arriba, soñando despierto con poder
llegar a triunfar como ellos.
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