Tomás López: "La Reserva se vive de manera intensa"

Defensor de Quilmes

Crédito: Twitter Mica Pizzuto

El año de Quilmes en Reserva fue tan malo como complicado, ya que así como finalizó en el fondo de la tabla terminó el certamen con nada menos que ocho partidos sin jugar. Con solo 19 presentaciones, de las cuales ganó nada más que dos, solo pudo cosechar 12 unidades y no resultó nada sorpresivo que culminara el torneo en el anteúltimo lugar. Uno de los futbolistas que más jugó en ese contexto estuvo en defensa, y fue Tomás López.

Este joven central quilmeño tiene 18 años y nació en realidad en la provincia de Corrientes, más precisamente en la localidad de Curuzú Cuatiá, el 27 de junio de 1997. En el 2015 que pasó, a pesar de ser de los más chicos, fue el tercero con más presencias en el Cervecero, solo por detrás de Alejandro Gutiérrez y Oscar Cubas, totalizando 14 partidos y 1 gol. Después del torneo, se tomó un tiempo y dialogó sobre el difícil año con División Reserva.

“Viví allá en Corrientes hasta los 10 años, y en 2008 me vine a vivir a Colón junto a mi familia”, contó quien aprovechó las vacaciones para regresar a Entre Ríos con los suyos. “Arranqué en infantiles en el Club Atlético Belgrano de mi ciudad allá en Corrientes a los 5 años, y luego seguí acá en el Club Campito de Colón, hasta que en 2011 Quilmes me vio y me llevó a Buenos Aires para hacer una prueba”.

“Hice esa prueba en octubre de 2011 y a principios de 2012 llegue al club para formar parte de las inferiores”, cerró en referencia a su arribo al Cervecero, y luego valoró el lugar que le toca ocupar hoy: “Jugar en Reserva es algo muy lindo. Al querer mostrarnos todos se vive de una manera especial y muy intensa. Cuesta mucho y no tenés tanto tiempo como si en Primera, pero me gusta porque le dan una importancia especial”.

Pensando ya en lo que brinda dentro del terreno de juego, López se describió: “Soy defensor central y soy derecho, pero no tengo problemas con los perfiles y me puedo desempeñar por izquierda también”. En este sentido para seguir creciendo consideró importante mirar mucho fútbol: “Me gusta mucho el fútbol inglés, pero miro todos. Me encanta sacar un poco de cada fútbol y seguir mejorando”.

“La temporada fue muy buena”, dijo a la hora de los balances pensando en lo personal. “Fue de menor a mayor, siendo suplente de Reserva y titular de Cuarta cuando tengo edad de Quinta. Después me gané la titularidad en Reserva y empecé a ser capitán, y fui de pretemporada de invierno con (Julio) Falcioni para Primera. Ahora espero por el debut, con mucha perseverancia y paciencia”, narró sobre su 2015.

Ese debut por el cual aguarda será, cuando llegue, en un torneo muy particular en el cual los hinchas viven todo con las emociones a fiel, y sobre esto también habló. “El fútbol argentino es especial, porque es el más pasional y el más contagioso. El jugador que juega en este fútbol argentino se contagia de su propio amor interior y con eso te alcanza para jugar. Si no lo vivís intensamente no podes jugarlo”, manifestó.

“Hoy por hoy me gusta (Diego) Godín, que está atravesando un presente bárbaro”, contó a la hora de ponerle nombre a sus espejos. “Me pasa lo mismo con Nico Otamendi y con el Cata Díaz, y el profesionalismo de jugadores como Javier Pinola, Luciano Lollo y Ramiro Funes Morí es envidiable. Pero Godin se roba todas las miradas hoy por hoy”, agregó el central de Quilmes, redoblando esa simpatía uruguaya en el cierre y sumando otro nombre de peso sobre la mesa: “Diego Lugano siempre fue mi espejo”.